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Cecilia Rosales asume como presidenta del Consejo de Prevención y Apoyo a Víctimas de Violencia Sexual


Uno de los objetivos principales de esta política en materia de violencia sexual, es contribuir a mejorar la convivencia entre los miembros de la comunidad sobre la base de la promoción del respeto por el otro en todo momento y circunstancia. La labor de Rosales se concentrará en la prevención y formación de una cultura e institucionalidad que rechace cualquier forma de violencia sexual.

Cecilia Rosales, presidenta de la Comisión de Prevención de Apoyo a víctimas de violencia sexual de la Universidad Católica.

photo_camera César Cortés

Justo hace un mes la presidencia del Consejo de Prevención y Apoyo a Víctimas de Violencia Sexual fue asumida por la académica de la Facultad de Derecho, Cecilia Rosales, quien sucede de esta manera a su par de la Escuela de Psicología, Roberto González.

“Mi formación jurídica contribuirá al desempeño del cargo que me han encomendado. Es una gran iniciativa, en la que puedo servir a la universidad, a quienes la integran y, especialmente, a los que necesiten de una especial protección”, sostiene la experta en Derecho Público.

Grandes metas

La aprobación de un marco normativo que permita contar con pautas y procedimientos conocidos para aplicar en posibles situaciones de violencia sexual es la principal misión de Rosales durante este año. “Se está trabajando en elaborar diversos protocolos de actuación, así como revisar los reglamentos específicos e introducir las reformas necesarias para explicitar hechos que puedan ser constitutivos de acoso o violencia sexual, entre otras cuestiones”, destaca la abogada.

Rosales también señala que si bien en términos estadísticos “las situaciones de acoso o violencia sexual en la UC son menores, estas deben ser rechazadas categóricamente, pues producen gran conmoción y mucho daño en quienes la sufren y en toda la comunidad”, asevera y continúa: “Tenemos que avanzar en entregar acogida concreta a las personas que sufren de acoso o violencia sexual, contención, al menos inicial, y asesoría y orientación necesarias”, comenta.

Cecilia Rosales explica que si bien en términos estadísticos “las situaciones de acoso o violencia sexual en la UC son menores, estas deben ser rechazadas categóricamente, pues producen gran conmoción y mucho daño en quienes la sufren y en toda la comunidad”.


En este 2019, la Unidad de Prevención y Apoyo a Víctimas de Violencia Sexual -a la cual se sumó una nueva profesional, la psicóloga Carola Cuevas, también seguirá trabajando con las distintas áreas académicas, representantes sindicales y miembros de la comunidad. La idea es que cuenten con encargados que acerquen la política de la universidad a las unidades académicas, efectúen capacitaciones en estos temas y gestionen un sistema de atención del Fono-Ayuda que permita concentrar los esfuerzos en los casos que son de su competencia y preocupación. “Esto último porque se reciben muchos llamados que en realidad no dicen relación con miembros de la comunidad UC, ni con situaciones propiamente de acoso o violencia sexual”, concluye Rosales.

En 2016 el Honorable Consejo Superior aprobó la creación del Consejo de Prevención y Apoyo a Víctimas de Violencia Sexual con el fin de crear orientaciones para el desarrollo e implementación de una política de prevención y apoyo a víctimas de violencia sexual en contextos universitarios.

Esta unidad estuvo presidida durante tres años por el exvicerrector Académico Roberto González, quien destacó por ser el impulsor de distintos hitos, como la construcción y lanzamiento de la Política de Prevención y Apoyo a Víctimas de Violencia Sexual (2016-2017) y su conducción en la implementación de la Unidad de Prevención y Apoyo a Víctimas de Violencia Sexual (2018).


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