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Equipo UC lidera cifras de trasplantes hepáticos con donante vivo en América Latina


En mayo, el Hospital Clínico realizó la cirugía número 33 de trasplante de hígado entre adultos, procedimiento que ha permitido disminuir las listas de espera de pacientes que necesitan un órgano en Chile. Sin donante vivo, casi el 40 por ciento de ellos muere antes de llegar al pabellón.

Equipo del Programa de Trasplante de la UC en al pabellón.

photo_camera Equipo del Programa de Trasplantes del Hospital Clínico de la Universidad Católica.

Raúl Morales tenía doce años cuando le dijo a su mamá, Rosa Pino, diagnosticada con una hepatitis autoinmune, que le donaría su hígado. Pero nadie le prestó mucha atención en ese entonces porque, dice, “tampoco se podía”. Rosa era parte de la lista de pacientes que en Chile esperan por años un órgano de un donante fallecido.

Las tasas de donación en el país son bajas. Fluctúan entre seis y 10 por millón de habitantes, mientras en países como España, superan los 40.

Una de las alternativas para combatir este déficit son los trasplantes de donantes vivos. Pero Rosa no tenía opción hace diez años. El primer trasplante hepático de este tipo a un adulto en la UC se hizo el 2016, que actualmente es el centro con mayor experiencia y mayor cantidad anual de estos procedimientos en América Latina.

“La ventaja de los trasplantes de donante vivo es que uno puede preparar al paciente y programar la cirugía antes de que su condición empeore” - Pilar Domínguez, enfermera coordinadora del Programa de Trasplantes UC.




Después de sucesivas crisis y una cirrosis, en diciembre del año pasado la condición de Rosa se agravó y Raúl, que hoy tiene 23 años, se ofreció como donante. El Hospital San Juan de Dios, donde se atendía, la derivó al equipo de la UC, que inició los exámenes. En estos casos, el donante es sometido a un acabado estudio de salud, que incluye aspectos físicos y psicológicos.

“Su trasplante había que hacerlo en forma inminente porque estaba muy grave. Prácticamente no le quedaba reserva hepática. Nosotros habíamos empezado a estudiar a su hijo como donante y cuando llegó a hospitalizarse teníamos bastante avanzado los análisis. Esperamos tres días a que apareciera un donante fallecido y no apareció”, relata Pilar Domínguez, enfermera coordinadora del Programa de Trasplantes.

El trasplante de Rosa, de 54 años, es el número 33 con donante vivo de adulto a adulto, realizado por el equipo de la UC desde el 2016. Los trasplantes de donantes vivos de hígado para pacientes pediátricos son más simples y se hacen desde hace 20 años, explica el doctor Martín Dib, jefe del programa. “De adulto a adulto, se saca casi un 70 por ciento, poco más de la mitad del hígado. En cambio, de adulto a pediátrico, solamente sacamos un 20 por ciento”, detalla.

El trasplante de Rosa, de 54 años, es el número 33 con donante vivo de adulto a adulto, realizado por el equipo de la UC desde el 2016. Su hijo Raúl, que hoy tiene 23 años, le entregó su órgano.

Los procedimientos con donante vivo han disminuido la mortalidad en la lista de espera y han mejorado las expectativas de sobrevida de los pacientes.

“La lista de espera que tiene el ISP es de alrededor de 160 pacientes. Ellos dependen de que aparezca un hígado de un donante fallecido. Casi un 40 por ciento muere esperando un trasplante. La ventaja de los trasplantes de donante vivo es que uno puede preparar al paciente y programar la cirugía antes de que su condición empeore”, explica Pilar Domínguez.

“Tenemos pacientes de Santiago y de regiones. Tenemos pacientes de Isapre y de Fonasa. Tenemos donantes que han sido hijos, primos, sobrinos, hermanos, incluso algunos que han pedido una autorización especial al Ministerio de Salud para poder donar a un cuñado o a algún familiar no consanguíneo” - Martín Dib, jefe del Programa de Trasplantes UC.

51 trasplantes en 2020

Por más de siete años consecutivos, el Hospital Clínico UC ha realizado la mayor cantidad de trasplantes hepáticos del país. El año pasado fueron 51 trasplantes. El 20 por ciento de estas intervenciones son con donante vivo. El recinto hospitalario que lo sigue en la lista -el Hospital Calvo Mackenna-, realizó 22 trasplantes. Es una cirugía muy compleja, que requiere de un equipo con mucha experiencia.

“Tenemos especialistas en cada una de las disciplinas -arsenaleras, enfermeras, anestesistas, radiólogos, hepátologos y endoscopistas expertos en trasplantes-, lo que nos permite tener una capacidad de rescate ante posibles complejidades de los pacientes, que es clave”, explica el doctor Dib.

Pero más allá de las cifras, el jefe del programa destaca su rol como facilitadores de un proceso humano. “Los donantes son verdaderos héroes que se someten a una cirugía que no necesitan para salvarle la vida a su familiar. Y todo el equipo médico y el equipo de salud los trata de una manera en que se sienten muy protegidos durante el período que están aquí”, dice.

Y agrega: “Tenemos pacientes de Santiago y de regiones. Tenemos pacientes de Isapre y de Fonasa. Tenemos donantes que han sido hijos, primos, sobrinos, hermanos, incluso algunos que han pedido una autorización especial al Ministerio de Salud para poder donar a un cuñado o a algún familiar no consanguíneo”.  

Martín Dib, jefe del Programa de Trasplantes UC: “Los donantes son verdaderos héroes que se someten a una cirugía que no necesitan para salvarle la vida a su familiar".
 

Actualizar la legislación chilena

El director del Hospital UC, el doctor José Ignacio Rodríguez, quien debe reunirse con cada uno de los donantes para formalizar el procedimiento, relata su experiencia: “Hay un acta muy formal en que declara que no hay ninguna presión, que no hay ningún incentivo económico. Los entrevisto y conozco sus historias y no puedo evitar emocionarme cada vez. Es una cosa extraordinaria que a todos nos inspira”. Pilar Domínguez lo corrobora: “Uno genera un vínculo. Es una vivencia bien intensa y bonita. Para trabajar en esto hay que estar muy matriculado”.

“Uno se imagina a los doctores como fríos, pero ellos son todo lo contrario. Se portaron muy bien, siempre atentos y disponibles a nuestras consultas”, destaca Raúl Morales.

Rosa Pino ya está de vuelta en su casa. “Mi mamá es otra. Es increíble lo que pasó porque nos dijeron que iba a reaccionar al tercer o cuarto día de la operación porque estaba intubada, pero paso una hora y abrió los ojos. Y el hígado empezó a funcionar inmediatamente. Incluso ha estado con menos dolor que yo”, relata.

En países como Canadá, EE.UU. y algunos de Europa se permite el donante no consanguíneo para estos casos, pero en Chile hasta enero del 2021 la ley no lo autorizaba. La nueva modificación de la ley acepta donantes parientes por afinidad hasta el segundo grado. Martín Dib plantea que el siguiente paso es actualizar aún más la legislación local para permitir los donantes no consanguíneos.

“Por ejemplo, el amigo de toda la vida o el vecino, que tiene un afecto igual o mayor que un familiar. El donante no consanguíneo correctamente evaluado, es una alternativa para ampliar las posibilidades de estos pacientes, que están en lista de espera, y para disminuir la mortalidad. Hay que confiar en los expertos que tenemos en el país para evaluarlos y aumentar las tasas de trasplantes”, sostiene.

Lea el reportaje del periódico Visión sobre trasplantes y su impacto en el país, en este enlace.


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