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Vicerrector académico

Fernando Purcell: "Estamos configurando una UC más diversa"


La universidad trabaja en vías de inclusión para acortar las brechas que se generan en el sistema escolar y que se mantienen en la Prueba de Transición, explica el vicerrector. En esta entrevista, la autoridad da cuenta, también, de los desafíos que impulsó la pandemia en el ámbito de la digitalización, "los que impactarán la forma en que se vive la universidad", dice.

Foto retrato del vicerrector académico en el frontis de Casa Central

photo_camera "No creo que la vida universitaria vuelva a ser exactamente igual que antes. Hay elementos que llegaron a quedarse para bien, con una serie de servicios y asistencias", sostiene el vicerrector académico, Fernando Purcell. Créditos de imagen: César Cortés.

Marzo se ha caracterizado por el reencuentro de la comunidad universitaria en los campus. Por primera vez desde hace dos años los patios se han vuelto a llenar de estudiantes, docentes, funcionarios y funcionarias, cuya comunicación se mantuvo durante la pandemia a través de cámaras y computadores en modo remoto, para reencontrarse, finalmente, en las salas de clases. A casi dos semanas del inicio del semestre, el Vicerrector Académico de la UC, Fernando Purcell, se muestra sorprendido por la cantidad de estudiantes que se ven a diario en la universidad. 

“Estamos muy contentos no solo por la masividad, sino que también por el entusiasmo, llegando desde muy temprano con asistencia a distintos cursos que sobrepasan los que teníamos antes de la pandemia”, comenta.

-¿Cree que de ahora en adelante la vida universitaria volverá a ser como era antes?
-No creo que la vida universitaria vuelva a ser exactamente igual que antes. Hay elementos que llegaron a quedarse para bien, con una serie de servicios y asistencias, formas de interacción dentro de la universidad y entre los estudiantes que se van a apoyar también en lo digital, facilitando parte de la vida universitaria. La pandemia nos obligó a impulsar desafíos de digitalización en el área de servicios y procedimientos propios que también van a impactar en la forma en que se vive la universidad.

“Estamos muy contentos no solo por la masividad, sino que también por el entusiasmo, llegando desde muy temprano con asistencia a distintos cursos que sobrepasan los que teníamos antes de la pandemia”- Fernando Purcell, vicerrector Académico

-¿Cuáles cree que serán los aspectos más difíciles de abordar para docentes y estudiantes tras dos años de clases remotas e híbridas? ¿Cómo esperan abordar estos desafíos?
-Una de las principales dificultades está en las formas de adaptar la docencia. Siempre el foco va a estar en los aprendizajes. Ese es el norte: poner a los estudiantes ciertamente en el centro. Pero puede que haya una serie de innovaciones que obliguen a preparar a docentes para incorporar una mixtura entre formas de presencialidad, y el uso de tecnologías, e incluso de metodologías remotas que pueden estar intercaladas en ciertos módulos en medio de los cursos, y eso también implica adaptaciones para los estudiantes. Para abordar estos desafíos necesitamos ir evaluando los resultados de aprendizaje y trabajando también con los académicos y académicas, sobre todo esperando que ellos sean el motor y la fuerza para ir incorporando los cambios. Desde la Vicerrectoría Académica debemos estar muy atentos a las formas de innovación, adaptaciones y buenas prácticas que los propios docentes van a ir generando, y al mismo tiempo vamos a tener que estar muy sensibles a cómo los estudiantes se van acomodando a estas nuevas formas de estudio, de afrontar la vida universitaria y cómo también nos van dando pautas para informar, dar opiniones para ir mejorando la forma en que redefinimos la vida universitaria en presencialidad.

Primer día de clases, marzo de 2022, Casa Central.

-¿Cómo se concilia la necesidad de ponerse al día en lo académico, con la salud y bienestar de los y las estudiantes?
-Tenemos que ser muy cuidadosos en las formas en que podemos ir abordando las brechas que puede haber a nivel formativo, con la salud y bienestar de los y las estudiantes. Pero también tiene que haber un interés de aquellas personas que sientan que hay brechas de ir aprovechando las oportunidades, los talleres recuperativos y las oportunidades que se van a ir dando en estos primeros años, post pandemia, especialmente entre las generaciones 2020 y 2021. La idea es que las unidades académicas no sobre exijan a los estudiantes, pero también que estos busquen un equilibrio, con un interés de ir superando todas las brechas que podría haber, derivadas de actividades prácticas que se vieron afectadas, o de ciertos contenidos de tipo taller o laboratorio que sea necesario reforzar en los semestres que vienen.

-¿Qué aspectos de lo aprendido en pandemia seguirán presentes?
-El uso de Zoom o plataformas similares va a mantenerse a lo largo del tiempo y va a ser un recurso útil para reuniones tutoriales a nivel de postgrado, para las ayudantías o ciertas actividades específicas. Otra importante es el uso de los computadores de los propios estudiantes, con el apoyo de ciertos softwares, usados como laboratorios de computación, también con la tecnología remota. Otra de las innovaciones que se reforzaron durante este período fue el uso de las simulaciones, lo que se puede potenciar en las facultades a futuro.

-¿Qué novedades se esperan para este año académico? 
-Trabajaremos particularmente en la presencialidad. Respecto de la presencialidad convencional, tal vez la participación de los estudiantes no es tan activa, sino más bien receptiva de contenidos. Es algo que tenemos que ir poniendo en discusión para ver su efectividad e ir acompañando eso con innovaciones que potencien los aprendizajes. Necesitamos tener sesiones presenciales muy activas, dinámicas y atractivas.


Admisión 2022: “Estamos configurando una universidad más diversa”

El rector Ignacio Sánchez, el vicerrector Purcell y tres estudiantes en la antesala de la ceremonia de bienvenida a alumnos de la admisión de equidad hace unas semanas en Campus San Joaquín. Imagen: César Cortés.

-Este año hubo un positivo balance del proceso de Admisión en la UC, con un aumento del número de estudiantes en la admisión centralizada y especial respecto de años anteriores, así como también un aumento en el puntaje promedio de selección de estudiantes, ¿Cuál es el balance que hace de este proceso?
-El balance del proceso de admisión es muy positivo. Estamos configurando una universidad más diversa, ya que aumentamos la cantidad de estudiantes que provienen de colegios particulares subvencionados y colegios públicos, que por primera vez superan el 40% del total de la matrícula. Estamos tratando de reforzar vías de equidad y otras que aportan en diversidad como la vía intercultural, así es que eso es un resultado importante. Mejoramos también en todos los estándares. Fuimos capaces de captar los mejores porcentajes históricos de la universidad, dentro de los 100 mejores promedios de la PDT, los 500, los 1000, los 4000. En todos aumentamos. Estamos siendo la preferencia de los mejores puntajes, la preferencia primordial. 

Solamente a nivel de los puntajes nacionales logramos captar el 75% del total de ellos, cuando hace cinco años estábamos en el rango del 55%. Eso nos deja muy satisfechos, pero lo que nos pone más contentos es dar un paso adelante en la diversidad de nuestro estudiantado, que es algo que nos ha motivado en los últimos años y que ha sido parte de los últimos planes de desarrollo.

-Entre las metas del Plan de Desarrollo 2020-2025 se encuentra la de establecer políticas y acciones en pro de una cultura de diversidad, inclusión y equidad, ¿Cómo está avanzando la admisión UC en ese objetivo? ¿Cuáles son las expectativas a futuro?

-Estamos trabajando en nuevas vías de inclusión que nos permitan corregir lo que no se pueda por la vía centralizada, que tiende a reproducir brechas que están establecidas en el sistema escolar. En la admisión centralizada, es decir vía Prueba de Transición (PAES), siempre hay ciertos establecimientos que van a tener mejores puntajes y una opción privilegiada para entrar a las mejores universidades del país como la nuestra. Entonces, la idea es ir corrigiendo eso, complementando con las posibilidades que brinda la admisión especial en donde podemos ofrecer vías especiales, propias, con cierta autonomía, y que generen mayores posibilidades para estudiantes migrantes, para estudiantes de pueblos originarios, para estudiantes con necesidades educativas especiales, y hacia allá estamos apuntando, a seguir avanzando en ese perfil de estudiante.

Las expectativas a futuro son siempre las de proveer la mejor oferta educativa posible, siempre con un sello distintivo de lo que una universidad católica debe ser. En ese sentido esperamos formar personas íntegras, con valores, que defiendan nuestra institución y ponerse al servicio del país, que es el foco que deben tener nuestros egresados y egresadas.
 


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