Nuestro aporte público a la Salud

Con frecuencia se debate respecto de la importancia de la complementación de las universidades tradicionales no estatales en el aporte de bienes públicos a la sociedad. En el área de la salud, “esto es de particular importancia ya que las necesidades son de gran magnitud, -lo que no permite que el Estado las cubra en plenitud-, junto con poder asegurar una salud integral de calidad y de estándares internacionales, lo que no se logra obtener con facilidad en nuestro país”, sostiene el rector Ignacio Sánchez en una columna que publicó este lunes 30 de abril  diario  El Mercurio.   Por otra parte, el debate habitualmente se queda en los aspectos teóricos –y muchas veces ideológicos-, sin considerar las repercusiones y las personas afectadas por las decisiones que se implementan. Este aspecto es relevante, “ya que es el paciente -y en especial cuando es el más vulnerable-, el que debe estar en el centro de nuestra preocupación”, señala.

En los últimos meses, -y en relación a la implementación de la ley de aborto en tres causales específicas en nuestro país-, Sánchez dice que se debate si las instituciones de salud que se acogen a la objeción institucional, -permitida explícitamente en la ley, con el cuidado de entregar la información, acordar y gestionar las derivaciones requeridas de las pacientes-, pueden tener convenios de salud con el Estado, tanto del tipo general, como en las áreas de la obstetricia y ginecología. Para poder analizar esta situación, es muy importante conocer la información, a través de sus cifras reales y actualizadas.  En nuestra Red de Salud UC Christus hay al menos diez programas vigentes al año pasado –la mayoría de ellos vienen desde hace más de quince años-, al servicio de los pacientes beneficiarios de Fonasa en sus diferentes niveles y en el sistema de libre elección.

Los ejemplos son muy significativos, y con el objeto de ponerlos en el contexto real, sólo algunos de ellos se describen. “Recibimos pacientes con cáncer derivados a tratamiento por retraso del cumplimiento de las garantías GES; convenios para tratamiento en unidades de cuidados intensivos e intermedio por enfermedades agudas graves; niños operados de cardiopatías congénitas provenientes de cinco regiones del país; convenio de atención para pacientes VIH/Sida –tema muy presente en la discusión actual-, incluyendo el tratamiento integral y sus medicamentos retrovirales, junto a un grupo significativo de pacientes que se trasplantan de órganos vitales”, dice.

Por otra parte, más de sesenta mil personas son beneficiadas por la atención de salud familiar de nuestros Centros Ancora UC, en las comunas de la Pintana y Puente Alto. Aquí se entrega una salud centrada en la persona, con la implementación de los programas del sistema público de salud y una preocupación por la innovación y el avance científico. Junto a los ejemplos anteriores, más de trescientas mil personas beneficiarias de Fonasa eligen libremente atenderse todos los años en las dependencias de nuestra Red de Salud. 

Como se puede apreciar  - apunta  el rector-, nuestro aporte a la salud pública en colaboración con el Estado es de gran significación. Sin embargo, las cifras nunca van a poder mostrar el lado humano de una atención oportuna, de una cirugía en un recién nacido que salva una vida, de una atención de cuidados intensivos que permite superar una enfermedad grave, de un trasplante que restaura la calidad de vida o de una visita domiciliaria en un adulto postrado, que requiere un cuidado cercano. “Estas experiencias personales y familiares,  -que son la base del acto médico y del equipo de salud-, son las que le dan todo el sentido a este aporte”, comenta.

Luego, la autoridad plantea que la pregunta es si vamos a permitir poner en riesgo este aporte a los sectores más vulnerables de nuestro país por una decisión institucional que es completamente coherente con nuestros principios y valores fundacionales. El acuerdo que está explícito en la ley, es que las pacientes que requieran un procedimiento que la Red de Salud UC Christus no realice, sean derivadas y trasladadas con seguridad a otro centro de salud pública o privada. Esto es lo que se cumplirá con rigurosidad y profesionalismo. Así, afirma, los pacientes de los sectores más vulnerables beneficiados con el trabajo de nuestros profesionales, podrán estar seguros que nuestro compromiso de aporte público se va a reforzar y proyectar día a día al servicio del país y de sus habitantes.

 

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