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Nuevo futuro para Chile


Según sostiene el rector Ignacio Sánchez, el único camino para avanzar de manera armónica en nuestro tiempo es el diálogo y la búsqueda de consensos. Debemos reconocer que el escenario actual no es el más auspicioso, con un incremento de la violencia en diferentes sectores en nuestro país, apunta en una columna en El Mercurio. “De la capacidad de liderazgo y de los aportes que cada uno pueda hacer desde sus actitudes y conocimiento, depende el resultado del proceso histórico en el que estamos inmersos”, afirma.

Alumnos conversando en patio casa central.- Foto Dirección de Comunicaciones

photo_camera Según el rector Ignacio Sánchez, hoy, es urgente recuperar el sentido de cohesión social para construir un proyecto común. - Foto Dirección de Comunicaciones

“Cuando observamos lo que ocurre en el mundo hoy con el cambio climático, la evolución de la pandemia, el actual conflicto bélico e invasión en Ucrania y otras crisis que repercuten en nuestro país, podemos reiterar que el único camino para avanzar de manera armónica en nuestro tiempo es el diálogo y la búsqueda de consensos. En la sociedad en que vivimos, poder conversar con quienes piensan distinto y trabajar de manera colaborativa, es lo que nos conducirá hacia cambios estabilizadores y a la vez perdurables en la convivencia social. Sin embargo, también hay un ánimo de cambio, una verdadera certidumbre de que el futuro no está para esperarlo, sino para crearlo. Existe una voluntad transformadora que cruza la política, el pensamiento, las ciencias y las actividades productivas. Hay eso sí que entender que tan valioso como soñar con un futuro es aceptar que el éxito no está garantizado, ya que el futuro no es solo lo que anhelamos, sino es lo que podamos implementar.

"En la sociedad en que vivimos, poder conversar con quienes piensan distinto y trabajar de manera colaborativa, es lo que nos conducirá hacia cambios estabilizadores y a la vez perdurables en la convivencia social"- rector Ignacio Sánchez

Hoy, es urgente recuperar el sentido de cohesión social para construir un proyecto común. Debemos reconocer que el escenario actual no es el más auspicioso, con un incremento de la violencia en diferentes sectores en nuestro país que es innegable y tiene, sin duda, varias causas. Hay aspectos históricos y culturales; falta de sentido trascendente y espiritual; en la juventud hay falta de límites y pérdida del acompañamiento y acaso un sentido del respeto y autoridad al interior de la familia. Lo anterior se suma a problemas de convivencia al interior de los establecimientos educacionales y en las formas de vida en comunidad. Obviamente en toda esta situación de fondo, se mezclan grupos violentistas, anárquicos y delictuales que se aprovechan de este entorno con sus propios fines.

Por otra parte, las redes sociales, la falta de individualidad y seguridad personal llevan a respuestas colectivas en las que muchas veces se carece de pausa y reflexión, lo que ha llevado a acciones de violencia. Posterior a la pandemia, han aumentado de manera muy significativa los problemas de salud mental en especial en la juventud. Se ve una generación que no está satisfecha con los logros alcanzados y que tiene incertidumbre y frustración por el futuro. A veces no se ven posibilidades de poder disfrutar de los beneficios de un mundo cada vez más globalizado.

"Se ve una generación que no está satisfecha con los logros alcanzados y que tiene incertidumbre y frustración por el futuro. A veces no se ven posibilidades de poder disfrutar de los beneficios de un mundo cada vez más globalizado"- rector Ignacio Sánchez

Se ha iniciado un nuevo ciclo de la política nacional, con la instalación de un nuevo gobierno y el trabajo de la Convención Constituyente que está en pleno desarrollo. Sin embargo, hemos visto con preocupación este trabajo y las propuestas conocidas que más bien separan y que no tienden puentes en la población. En los artículos que ya se han aprobado, hay serias dificultades tanto en el ámbito valórico, -la más grave el respeto a la vida y el aborto libre-, en el sistema político -con concentración y falta de balance en el poder-, en las propuestas de un nuevo poder judicial, así como también en las dificultades de la libertad de enseñanza, solo por nombrar algunos temas más relevantes. Esto ha traído la preocupación de la población, -la que se ha traducido en encuestas con alzas significativas en la opción rechazo-, y la preocupación especial del presidente Boric, quien ha hecho un importante llamado a “buscar la mayor transversalidad y amplitud posible para construir una Constitución que sea un punto de encuentro”. Es una fuerte solicitud para buscar acuerdos más amplios para construir una verdadera casa común, que sea reconocida y validada por la gran mayoría de la ciudadanía.

Existen diferentes caminos, cada uno de estos responde a los diversos desafíos que vive el país y en estos, el rol de los liderazgos no es neutro. Es claro que las decisiones que tomemos hoy nos llevarán a uno u otro resultado. Cabe preguntarse lo que queremos cuando pensamos en Chile, con todas sus voces y miradas. ¿Queremos un país fragmentado con liderazgos vanos o realmente le daremos una oportunidad a los consensos?, por otra parte, ¿Queremos equidad y justicia para todos y todas o seguiremos debatiendo por acuerdos que solo favorecen a unos pocos? ¿La próxima es una nueva Constitución que busca revanchas o una que construirá futuro? Sabemos que no estamos condenados a un cierto destino, pero tampoco tenemos un futuro asegurado.

"¿Queremos un país fragmentado con liderazgos vanos o realmente le daremos una oportunidad a los consensos?, por otra parte, ¿Queremos equidad y justicia para todos y todas o seguiremos debatiendo por acuerdos que solo favorecen a unos pocos?"-  rector Ignacio Sánchez

De esa capacidad, de ese liderazgo y de los aportes que cada uno pueda hacer desde sus actitudes y conocimiento, depende el resultado del proceso histórico en el que estamos inmersos. Hoy tenemos, entre todos, la responsabilidad compartida de conducir y convocar a un futuro mejor. Porque a veces liderar no se trata solo de empujar el futuro que queremos, sino sobre todo de pensar cual es el camino que significará un mejor futuro para Chile. Un futuro que sea amplio y transversal para bien de toda nuestra comunidad nacional. De esa capacidad, de ese liderazgo, dependerá el resultado del proceso histórico que enfrentamos”.


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