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Tiempo de reflexión y esperanza


En este tiempo de Navidad y en que se aproxima un nuevo año, el rector Ignacio Sánchez hace un llamado a salir de nosotros mismos para ir al encuentro de quienes comparten nuestros caminos y en especial de quienes, aún estando lejos, nos necesitan para cambiar sus realidades. “En esta voluntad de reflexión, anhelo de unidad, esperanza y sentido de trascendencia que queremos darle a la Navidad y al término del año, será clave la voluntad personal y comunitaria de iniciar un cambio real y efectivo. Es un cambio que el país necesita y que la ciudadanía lo requiere”, sostiene en una carta en La Tercera.

Bendición del pesebre en casa central.- Foto Dirección de Comunicaciones

photo_camera La sencillez del pesebre llama a la esperanza, al diálogo y al encuentro entre todos. - Foto Dirección de Comunicaciones

“Nos encontramos en el principal tiempo del año, que viene con la llegada de la Navidad, la que nos invita a reflexionar y nos anuncia la llegada de un Niño que nace y que viene a renovar la vida, en especial al interior de nuestros corazones. Este es sin duda un tiempo de reflexión, ya que centramos la mirada en lo más importante y trascendente, en nuestros proyectos personales, familiares y profesionales, y especialmente, en el aporte que podemos hacer al país y a nuestra comunidad desde los diferentes lugares en que nos desempeñamos.

"Este tiempo también nos anuncia, en unos días más, la llegada de un nuevo año, con la esperanza de que sea un año de paz, de diálogo y encuentro, en especial con quienes compartimos la vida y también con quienes nos hemos distanciad"- rector Ignacio Sánchez.

Este tiempo es también un llamado a la reflexión y a salir de nosotros mismos para ir al encuentro de quienes de manera cotidiana comparten nuestros caminos y en especial de quienes pueden estar muy lejos, sin embargo, nos necesitan para cambiar sus propias realidades. Personas que viven la pobreza y la precariedad de manera cotidiana. La sencillez del pesebre contrasta con la capacidad de transformar el mundo que ha mostrado el Niño que nace. En esa familia nueva, en esos padres que buscan un refugio en el pesebre, está el llamado a la solidaridad y se inicia una nueva vida para los creyentes.

Este tiempo también nos anuncia, en unos días más, la llegada de un nuevo año, con la esperanza de que sea un año de paz, de diálogo y encuentro, en especial con quienes compartimos la vida y también con quienes nos hemos distanciado. Enfrentaremos grandes desafíos y problemas que aquejan a nuestro país. Los temores y anhelos de la ciudadanía, el nuevo proceso Constituyente y la educación de nuestros niños, están entre los temas más prioritarios de la ciudadanía. En todos estos, la voluntad de llegar a acuerdo, con la mirada puesta en el bien común, en el diálogo sincero y respetuoso serán la base del resultado que podamos obtener y luego vivir en plenitud.

" La voluntad de llegar a acuerdo, con la mirada puesta en el bien común, en el diálogo sincero y respetuoso serán la base del resultado que podamos obtener y luego vivir en plenitud"- rector Ignacio Sánchez.

En esta voluntad de reflexión, anhelo de unidad, esperanza y sentido de trascendencia que queremos darle a la Navidad y al término del año, será clave la voluntad personal y comunitaria de iniciar un cambio real y efectivo. Este cambio debe comenzar al interior de cada uno de nosotros. Es un cambio que el país necesita y que la ciudadanía lo requiere. Lo importante es dar el primer paso en este largo camino de encuentro y esperanza. Esta es una invitación a tener una Navidad con sentido de comunidad”.


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