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Valle del Huasco obtiene la primera denominación de origen para un aceite de oliva chileno


Este sello se concretó luego de varios años de trabajo de la UC, gracias al financiamiento del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de Atacama. La denominación de origen representa un reconocimiento al aceite de oliva del valle del Huasco como un referente de calidad internacional.

botella de aceite de oliva

photo_camera Es la primera denominación de origen para el aceite de oliva en Chile. Garantiza su calidad e identidad. Imagen: César Cortés.

Más de 400 años tienen algunos olivos del valle del Huasco. Su existencia en la zona es tan antigua, que ha dado origen a una tradición de cultivo y elaboración del aceite que es única en el mundo. Ese es uno de los motivos que le ha permitido obtener una denominación de origen que diferencia al aceite proveniente de esta zona, de los aceites de oliva de otros lugares del planeta.

El valle del Huasco, ubicado en el sur poniente de la Región de Atacama, es la cuna de este aceite de oliva elaborado por un numeroso grupo de olivicultores, quienes se sitúan en aquellas tierras regadas con agua del río del mismo nombre. Unidos en la Asociación Gremial de Agricultores de la Provincia del Huasco (AGA HUASCO), solicitaron al Instituto nacional de Propiedad Intelectual (INAPI) el sello de origen que les ayudara a posicionarse mejor a nivel comercial.

En esta labor de varios años fue fundamental el apoyo de la UC por medio de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal y su profesor Luis Gustavo Díaz. El trabajo contó con el financiamiento del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de Atacama.

“Nos llena de orgullo, son muchos años los que llevamos trabajando con este territorio desde 2007 que nos juntamos con los agricultores. La idea era poder ayudarlos a mejorar su competitividad. Lo que hicimos agregar valor cultural a los productos del valle, rescatar esos productos que eran valiosos en el territorio, en particular el aceite de oliva y las aceitunas”, explica el profesor Díaz.

La combinación de clima, suelo y agua de la zona, unidos a un sistema de cultivo tradicional, proporcionan a este aceite de oliva su carácter único, expresado en su alto contenido de ácido oleico y polifenoles, inmejorables características nutracéuticas

“Esperamos que esto se transforme en un aliciente para las nuevas generaciones. Vemos que varios de los aceites ya están comandados por una generación de recambio. Queremos que los jóvenes se incorporen en la ruralidad, que se rescaten estas tradiciones y que tengan éxito en la comercialización”, indica el académico.

"Queremos que los jóvenes se incorporen en la ruralidad, que se rescaten estas tradiciones y que tengan éxito en la comercialización”, indica el académico Luis Gustavo Díaz. Imagen: César Cortés.

Cientos de años cultivando aceituna sevillana

“La combinación de clima, suelo y agua de la zona, unidos a un sistema de cultivo tradicional, proporcionan a este aceite de oliva su carácter único, expresado en su alto contenido de ácido oleico y polifenoles, inmejorables características nutracéuticas, así como por un sabor frutado intenso y una tonalidad amarillo verdosa, elementos altamente valorados por los consumidores”, indica Inapi.

 

botella llenando pequeños vasos plásticos con aceite de oliva del huasco
No hay otro aceite de oliva igual en el mundo. Esto viene a dar oportunidades para que surjan nuevas iniciativas, en el turismo rural, como patrimonio alimentario, en cata de aceites, para que otros se sumen y vean una oportunidad de negocio. (Imagen: César Cortés.)

Además, destaca que otras características de este aceite de oliva son que, necesariamente, debe ser extra virgen y extraído solo por medios físicos. Asimismo, la única variedad de aceituna permitida para su producción es la sevillana, especie que ha sido plantada desde hace 400 años, convirtiéndola en el principal cultivo de la provincia.

El sello de origen permite distinguir aquellos productos sujetos a un procedimiento que conserva el sistema tradicional de elaboración. También, reconoce el valor que este producto tiene para Chile.

Con este sello se reconoce al aceite de oliva del valle del Huasco como un referente de calidad, rescatando las tradiciones locales. Es un producto único en aroma y sabor, gracias a las características de clima y suelo, reconocidas del valle del Huasco.


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