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Programa Levantares


Ofrecer una atención integral a las víctimas de violencia sexual es el objetivo de este programa, que ha permitido a más de ochenta víctimas y sus familias encontrar apoyo, cuidado y esperanza en un momento de crisis. Después del primer aniversario del programa, “seguiremos trabajando para garantizar una atención que no solo sane las heridas, sino que también restaure vidas. Nuestra misión universitaria no es solo formar profesionales competentes, sino personas comprometidas con la dignidad y el bienestar de quienes más nos necesitan”, afirma el rector Ignacio Sánchez en La Segunda.

Sala Levantares, Foto Dirección de Comunicaciones UC

photo_camera Hace un año, la universidad inauguró el Programa Levantares UC con el objetivo de ofrecer una atención integral, humana y oportuna a las víctimas de violencia sexual. Foto, Dirección de Comunicaciones UC.

“Hemos celebrado el primer aniversario del Programa Levantares UC, una iniciativa que encarna el compromiso de la universidad y nuestra red de salud con las personas más vulneradas de nuestra sociedad. La violencia sexual es una de las formas más atroces de vulneración de derechos humanos, dejando secuelas físicas, psicológicas y espirituales profundas. Las cifras que conocemos son impactantes, pero sabemos que detrás de cada número hay una vida, una historia, un sufrimiento que merece nuestra atención, respeto y acción.  

Para abordar este tema tan complejo y doloroso, nuestro país requiere de una colaboración, apoyo y una acción conjunta desde el estado, la academia, fundaciones y el sector privado. Fue este sentido de misión el que nos llevó, hace un año, a inaugurar el Programa Levantares UC. Luego de la experiencia pionera de atención integral en el Hospital Sótero del Río, este programa es único en un centro de salud no estatal reconocido de manera oficial por el Servicio Médico Legal (SML), el que colabora en la reparación de la agresión sufrida por las víctimas.

"La violencia sexual es una de las formas más atroces de vulneración de derechos humanos, dejando secuelas físicas, psicológicas y espirituales profundas. Las cifras que conocemos son impactantes, pero sabemos que detrás de cada número hay una vida, una historia, un sufrimiento que merece nuestra atención, respeto y acción"- rector Ignacio Sánchez. 

 

Nuestro objetivo ha sido ofrecer una atención integral, humana y oportuna a las víctimas de violencia sexual. Hasta ahora, este programa,s. ha permitido a más de ochenta víctimas y sus familias encontrar apoyo, cuidado y esperanza en un momento de crisis.Detrás de estos logros está el trabajo incansable de un equipo interdisciplinario comprometido. Médicos, matronas, psicólogos, psiquiatras, y otros profesionales han dedicado su tiempo, su conocimiento y su humanidad para brindar una atención que no solo responde a las necesidades médicas, sino que busca restaurar la dignidad y el bienestar de las víctimas.  

Este programa no habría sido posible sin el respaldo de la universidad, la Escuela de Medicina y la Red de Salud UC Christus. Además, hemos contado con el apoyo financiero de fundaciones muy comprometidas como Fundación Viento Sur, Fundación San Ramón Fundación UC Christus. Junto a éstas, agradecemos la colaboración de entidades públicas como Carabineros, PDI, la Fiscalía y el SML, a todos, nuestro profundo agradecimiento.  

"Queda mucho por hacer para garantizar que todas las víctimas puedan acceder a esta atención, sin importar su situación económica o su lugar de origen. La colaboración con FONASA, aseguradoras de salud y el fortalecimiento de nuestra red de apoyo serán claves para cumplir este propósito"- rector Ignacio Sánchez.

Queda mucho por hacer para garantizar que todas las víctimas puedan acceder a esta atención, sin importar su situación económica o su lugar de origen. La colaboración con FONASA, aseguradoras de salud y el fortalecimiento de nuestra red de apoyo serán claves para cumplir este propósito.  En este aniversario, reafirmamos nuestro compromiso con las víctimas de agresión sexual. Seguiremos trabajando para garantizar una atención que no solo sane las heridas, sino que también restaure vidas. Nuestra misión universitaria no es solo formar profesionales competentes, sino personas comprometidas con la dignidad y el bienestar de quienes más nos necesitan.  Y sin duda, esta población vulnerable requiere apoyo y acogida”.


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