Skip to content

Un abrazo a Chile


Los mensajes del papa Francisco durante su venida al país, en enero de 2018, todavía resuenan en las calles que transitó, los altares que pisó y los fieles que saludó. Fueron tres intensos días de reflexión en torno a los desafíos, las debilidades y las fortalezas de la iglesia hoy, cuando la palabra perdón se ha convertido en la protagonista. En esa visita, el Sumo Pontífice inundó con su espíritu la geografía de una nación que lo recibió con anhelos de cambio. Les compartimos el reportaje visual publicado en la Revista Universitaria.

Catedral de Santiago

“El Chile de hoy es muy distinto al que conocí en el tiempo de mi juventud, cuando me formaba. Están naciendo nuevas y diversas formas culturales que no se ajustan a los márgenes conocidos. Y tenemos que reconocer que, muchas veces, no sabemos cómo insertarnos en estas nuevas circunstancias”.

Palacio de La Moneda

“Escuchar a los niños, que se asoman al mundo con sus ojos llenos de asombro e inocencia y esperan de nosotros respuestas reales para un futuro de dignidad. Y aquí no puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia”. 

Parque O’Higgins

“¡Sembrar la paz a golpe de proximidad, de vecindad! A golpe de salir de casa y mirar rostros, de ir al encuentro de aquel que lo está pasando mal, que no ha sido tratado como persona, como un digno hijo de esta tierra. Esta es la única manera que tenemos de tejer un futuro de paz”.

Centro Penitenciario

“Ser privado de la libertad no es lo mismo que el estar privado de la dignidad. No, no es lo mismo. La dignidad no se toca a nadie. Se cuida, se custodia, se acaricia. Nadie puede ser privado de la dignidad”.

Temuco

“La violencia llama a la violencia. La destrucción aumenta la fractura y la separación. La violencia termina volviendo mentirosa la causa más justa. Por eso decimos ‘No a la violencia que destruye’, en ninguna de sus formas”.

Iquique

“Hermanos, Iquique es tierra de sueños. Eso significa el nombre en aymara. Tierra que ha sabido albergar a gente de distintos pueblos y culturas. Gente que ha tenido que dejar a los suyos, marcharse. Una marcha siempre basada en la esperanza por obtener una vida 
mejor, pero que sabemos que va siempre acompañada de mochilas”.

Universidad Católica

“Es necesario que la adquisición de conocimiento sepa generar una interacción entre el aula y la sabiduría de los pueblos que conforman esta bendecida tierra. Una sabiduría cargada de intuiciones, de ‘olfato’, que no se puede obviar a la hora de pensar Chile”. “Urge generar espacios donde la fragmentación no sea el esquema dominante, incluso del pensamiento. Para ello, es necesario enseñar a pensar lo que se siente y se hace; sentir lo que se piensa y se hace; hacer lo que se piensa y se siente”.

 


¿te gusta esta publicación?
Comparte esta publicación

Contenido relacionado