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La UC fortalece sus vínculos con África


La firma de convenio con una organización religiosa en Kenia permitirá a la comunidad UC participar en voluntariados enfocados en la ayuda a menores con discapacidad intelectual. El programa se suma a iniciativas en Chad, impulsando la relación de la Universidad Católica en el continente.

Dos estudiantes UC con una joven de Kenia

photo_camera El convenio entre el Orione Community Training Center de Kenia y la Universidad Católica permitirá a personas de la comunidad UC realizar voluntariados enfocados en la educación especial, rehabilitación, terapia y programas de entrenamiento vocacional de niños y jóvenes con discapacidad intelectual en ese país. Crédito imagen: Catalina Reyes y Magdalena Ruiz-Esquide.

En 2008, el padre Alejandro Ruiz tomó una decisión que cambió su vida: dejar su trabajo en los centros Pequeño Cottolengo e integrar la misión permanente en Kenia que tiene la Pequeña Obra de la Divina Providencia, a la cual pertenece.

El sacerdote estimó que en Chile la situación de atención a personas con discapacidad intelectual severa y profunda estaba más avanzada, por lo que era hora de entregar su ayuda en el país africano.

Desde 2005 que la congregación de Don Orione mantenía un espacio para atender en la localidad de Thika. El padre Ruiz se instaló en la zona rural de Kandisi, a 40 kilómetros de la capital Nairobi. Fue allí que logró fundar, en 2015, un segundo centro, replicando la experiencia obtenida en los centros Pequeños Cottolengo que posee su congregación en Chile. “En Kenia aún no se había iniciado de lleno el trabajo con personas con discapacidad intelectual. Es un tema algo más delicado y que requería recursos”, recuerda el padre Ruiz.

Fue en ese mismo lugar –en el Orione Community Training Center– donde las doctoras Magdalena Ruiz-Esquide y Catalina Reyes, ambas egresadas de la Escuela de Medicina UC, realizaron un voluntariado en el área de rehabilitación del centro, atendiendo a niños y niñas con discapacidad intelectual.

“Hasta este momento no habíamos abierto el tema de los voluntariados”, comenta el padre, agregando que era reacio a este tipo de instancias por el riesgo que involucra: “Esto hay que organizarlo bien porque a veces se puede producir un problema que no es beneficioso para el centro ni para los voluntarios”.

Sin embargo, la experiencia de ambas profesionales fue tan positiva que se decidió formalizar un convenio marco entre el Centro Don Orione y la Universidad Católica, que permitirá a personas de la comunidad UC realizar voluntariados enfocados en la educación especial, rehabilitación, terapia y programas de entrenamiento vocacional de niños y jóvenes con discapacidad intelectual en Kenia.

Fortalecimiento de relaciones con África

Firma convenio
"(...) Conocer otras realidades y apoyar e interactuar con países que tienen un desarrollo distinto, pero que tienen un grado de profundidad del cual podemos aprender mucho", es uno de los objetivos –en palabras del rector Sánchez– del convenio firmado entre la UC y el centro Orione de Kenia. En la foto, el padre Alejandro Ruiz y el rector Ignacio Sánchez firman el acuerdo de colaboración. Crédito imagen: Karina Fuenzalida.

Este convenio fue firmado el pasado 1 de abril por el rector Ignacio Sánchez y el padre Alejandro Ruiz, quien viajó desde Kenia.

El rector Sánchez enfatizó que este acuerdo busca fortalecer la cooperación “Sur-Sur” –la que busca el desarrollo entre países ubicados geográficamente al “Sur”–, en especial con el continente africano. “No solo hay que ver el hemisferio norte, sino que hay conocer otras realidades y apoyar e interactuar con países que tienen un desarrollo distinto, pero que tienen un grado de profundidad del cual podemos aprender mucho”, afirma.

“La UC tiene un rol muy importante. Nosotros ponemos nuestra experiencia en sus manos y ustedes son los expertos en tratar de sistematizar y documentarlo, para que esta experiencia ayude a otros a mostrarle al mundo y a Chile que hay mucho por hacer más allá de la cordillera”, destaca el sacerdote, quien en 2015 fue reconocido en la UC, precisamente por su labor en Kenia.

“No solo hay que ver el hemisferio norte, sino que hay conocer otras realidades y apoyar e interactuar con países que tienen un desarrollo distinto, pero que tienen un grado de profundidad del cual podemos aprender mucho” –rector Ignacio Sánchez

Para la vicerrectora de Asuntos Internacionales (VRAI), Lilian Ferrer, la firma de este convenio abrirá una ventana más hacia África, relacionamiento que se ha potenciado en el último tiempo con colaboraciones con Chad, en áreas como educación y medicina.

“En la VRAI, que se creó en abril de 2020, iniciamos un trabajo para internacionalizar nuestra comunidad, pero también impulsar el compromiso social y ampliar los horizontes con quienes habitualmente trabajamos. Es así como África comenzó a estar en nuestro radar. Ya teníamos algún trabajo colaborativo en Chad y Mozambique, y comenzamos a formalizar esas relaciones. Nos parece que hoy día es una señal más de avance”, explica la vicerrectora Ferrer.

Experiencias en Kenia
 

Catalina Reyes cuenta que junto con su compañera Magdalena Ruiz-Esquide
Catalina Reyes y Magdalena Ruiz-Esquide, egresadas de Medicina, durante su voluntariado en el área de rehabilitación del Orione Community Training Center, atendiendo a niños y niñas con discapacidad intelectual. Crédito imagen: Catalina Reyes y Magdalena Ruiz-Esquide.

La doctora Catalina Reyes cuenta que junto con su compañera Magdalena Ruiz-Esquide, llegaron a Kenia sin saber muy bien a lo que iban y qué esperar. Solo tenían certeza de que estaban abiertas a conocer la cultura y ser un aporte a la labor del centro. Los primeros días hicieron múltiples labores, desde ayudar en la preparación del almuerzo hasta aprender a usar el machete para cosechar raíces. Con los días fueron familiarizándose con los niños del centro.

Para Catalina, el caso de Natasha –“muy risueña y con cara maldadosa”– marcó su estancia. La niña de cuatro años no podía mover las piernas de la cintura hacia abajo, debido a una condición llamada espina bífida.

Un día, Natasha empezó a faltar al centro. Pasaron varios días hasta que con apoyo de un equipo local lograron contactar a su mamá, quien les contó que había tenido un accidente. Al día siguiente se enteraron qué había pasado: una quemadura ocupaba más de la mitad de su tórax y todo el brazo. “Sin curaciones, con acceso deficiente a agua limpia y sin analgesia, era un milagro que estuviera viva”, cuenta la doctora Reyes.

No sabían qué hacer. En Chile nunca les había tocado un caso parecido y la indicación –según habían aprendido en las aulas de la UC– era que este tipo de casos se derivaran, porque son de alta complejidad. Pero allá no había dónde derivarla.

"En ese minuto me acordé de una clase que tuvimos en tercer año, sobre manejo de quemados. Decidí llamar al profesor, con quien no había hablado hace más de cinco años. Esperamos que fuera una hora más o menos 'decente' en Chile, lo contactamos, le relatamos lo sucedido, que estábamos en África y no sabíamos qué hacer”, contó Catalina Reyes.

“El pueblo keniano es maratonista, corredores de largo aliento, que no se rinden y es una virtud que permea todos los aspectos de sus vidas. Espero que esta nueva alianza entre la UC y el Centro Orione siga su misma senda: la de la resiliencia" –Catalina Reyes, médico UC

A ambas estudiantes les impresionó cómo el profesor las guió paso a paso, y el cariño y la dedicación que mostró. Su quemadura sanó completa, sin complicaciones e infecciones. Allí, ambas doctoras, se percataron del potencial que puede tener una colaboración entre una universidad como la UC y el Centro Orione en Kenia.

"Si pudiera resumir Kenia en una palabra, elegiría “resiliencia”: la capacidad extraordinaria del pueblo keniata de seguir adelante ante la adversidad, de recuperarse, de no rendirse”, comenta Catalina Reyes. Y agrega: “El pueblo keniano es maratonista, corredores de largo aliento, que no se rinden y es una virtud que permea todos los aspectos de sus vidas. Espero que esta nueva alianza entre la UC y el Centro Orione siga su misma senda: la de la resiliencia”.

En tanto, para la doctora Magdalena Ruiz-Esquide, la enseñanza de su estadía es que Kenia desafió todo lo que ella creía posible. “Por ejemplo, qué es lo que yo creía posible de hacer cuando llegó una niña con una quemadura extensa. Yo creo que al saber que era la única oportunidad para que la niña siguiera viva, tenía que simplemente poner el pecho”, dice.


Conoce la labor del Orione Community Training Center en Kenia, en este video (en inglés)

Implementación

“Nosotros no estamos firmando solamente un papel, sino que estamos abrochando un compromiso muy serio, de hacer todo lo humanamente posible –desde la VRAI y rectoría, en conjunto con las facultades– para hacer vivo este convenio”, afirma el rector Sánchez.

Para lograr la implementación de este convenio, el padre Alejandro Ruiz contará con la ayuda del ex ministro de Justicia y ex senador, Hernán Larraín, quien ha colaborado durante años con el sacerdote en su trabajo en el Pequeño Cottolengo.

“Esperamos poder hacer un buen seguimiento, ayudar que a que las iniciativas que ellos buscan se puedan coordinar desde la universidad, con el apoyo de terceros, para que realmente se pueda producir un impacto en el trabajo que la universidad pueda realizar en la obra que se está llevando a cabo en Kenia”, explica Larraín.

Concluye destacando la formación de puentes entre la UC y el continente africano: “África es un continente perdido para Chile. No forma parte de nuestros programas de conocimiento ni enseñanza y es una realidad muy importante que debemos revertir”.


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